La recién concluida XII Conferencia sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (15-18 de octubre de 2013) adoptó el Consenso de Santo Domingo mediante el cual se insta a los Estados a garantizar que las TICS “fomenten el empoderamiento de las mujeres y su plena participación, en condiciones de igualdad, en todas las esferas de la sociedad y en todos los procesos de toma de decisiones” (párrafo 32).
Las TICs presentan tanto ventajas como desventajas en cuanto a la prevención de la violencia contra las mujeres. Por un lado, han sido un terreno fértil para el desarrollo de nuevas formas de violencia. Por otro, las TICs también han demostrado ser una herramienta poderosa para combatir la violencia contra las mujeres. En los últimos años han surgido numerosas iniciativas de organismos internacionales, grupos y movimientos de mujeres y el sector privado que utilizan de manera creciente el Internet, las redes sociales y la telefonía celular, entre otros medios, como plataforma para generar cambios positivos, promover la tolerancia, la aceptación y la no violencia.
La Cumbre 2013 Comunicaciones para el cambio, organizada por Futures Without Violence y el Open Square Charitable Gift Fund, en colaboración con la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), reunió a líderes internacionales, legisladores, filántropos, representantes de las organizaciones de la sociedad civil y académicos para explorar estrategias y buenas prácticas de comunicación como ¡Dominemos la Tecnología!, Half the Sky ,PCI Media Impact ,World Pulse y el Hackathon Centroamericano contra la Violencia Doméstica comprometidas a poner fin a la violencia de género.
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém Do Pará, 1994) insta a los Estados Parte a fomentar el derecho de la mujer a una vida libre de violencia y a diseñar programas destinados a concientizar sobre esta práctica y los recursos legales para abordarla.
Si bien la mayoría de los países de la región cuentan con estrategias digitales nacionales, la mayoría de estas estrategias carecen de acciones concretas para promover la igualdad de género. Resulta imprescindible superar las barreras al acceso para luego promover su uso estratégico para la defensa de los derechos de las mujeres y niñas y sancionar a las personas, empresas y otros grupos que utilizan las TICs para oprimir, explotar, difamar, discriminar y perpetuar la violencia.
Es imperativo fortalecer la perspectiva de género en las agendas digitales de los países y potenciar, visibilizar y replicar todo tipo de iniciativa orientada a prevenir y combatir la violencia de género para poner fin a la opresión de la que muchas mujeres siguen siendo víctimas.