Entre el 25 y 27 de septiembre se llevó a cabo en Nueva York la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, en la que se reunieron los Estados Miembros de la ONU para refrendar la Agenda de Desarrollo post 2015, ahora llamada Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, que busca continuar y ampliar el trabajo propuesto en 2000 con los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). La Agenda está basada en 17 Objetivos (ODS), metas que buscan erradicar la pobreza, acabar con el hambre, brindar educación a todos los niños y niñas, mejorar los servicios de salud y alcanzar la igualdad de género con 2030 como fecha límite.
Dentro de los objetivos, existen dos que hacen referencia a la igualdad de género. El número 5, titulado: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas”, que debe ser el eje de todas las metas. Este objetivo contempla específicamente 9 temas a tratar entre los que se encuentran: acabar con la discriminación; eliminar todas las formas de violencia; eliminar las prácticas nocivas (matrimonio infantil, mutilación genital femenina[1], p.e.); velar por la participación de las mujeres en la vida política, económica y pública; garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva; y aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad entre los géneros.
La existencia de un objetivo específico sobre igualdad de género “indica que la igualdad es una prioridad mundial y ha abierto un espacio para que los Estados Miembros, la sociedad civil y las organizaciones internacionales dialoguen y adopten medidas.”[2] Sin embargo, es innegable que la perspectiva de género afecta y se relaciona directamente con todas las metas propuestas: la pobreza, el hambre, el desplazamiento forzoso o la falta de educación son algunos de los temas que siguen afectando mayoritariamente a las mujeres al constituir más del 50% de la población mundial.[3]
El otro objetivo es el número 10: Reducir las desigualdades cuya meta principal es: “potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición.” Una meta en la que el enfoque de género es fundamental, ya que algunas estadísticas indican que a nivel mundial y en comparación con los hombres, las mujeres ganan un 24 por ciento menos que ellos y tienen más posibilidades de ocupar puestos de trabajo vulnerables.[4]
Las mujeres son más propensas a situaciones de desigualdad cuando se les discrimina por motivos de género, por lo que hablar de igualdad e inclusión implica necesariamente reducir la discriminación de género en todos los aspectos que impiden a las mujeres acceder a sus derechos fundamentales y a oportunidades de desarrollo, pues mientras estos se sigan limitando y se siga discriminando a la mujer, es imposible hablar de progreso y desarrollo en cualquier lugar del mundo.
La implementación real de cada uno de estos objetivos y metas requerirá importantes esfuerzos por parte de los Estados, por lo que es importante hacer un seguimiento estricto para velar por su cumplimiento. La ONU propone desagregar las estadísticas de seguimiento por sexo y también por edad, debido a que la desigualdad de género es experimentada de forma diferente por las niñas y mujeres a lo largo de su vida.[5]
Esta especificidad de desagregación era una crítica que se había hecho previamente a los ODM en cuanto a la perspectiva de género, ya que “al centrarse en las medias mundiales y nacionales las metas de los ODM han ocultado las disparidades en los logros conseguidos con respecto a grupos marginales de mujeres y niñas que sufren multiples desigualdades basadas en la edad, los ingresos, la localización, la raza, la etnia, la sexualidad, la discapacidad y otros factores.”[6]
Como puede verse, el desafío que enfrentan los Estados para cumplir estos Objetivos es bastante grande, teniendo en cuenta la especificidad que deben contemplar para tratar cada una de las metas y al mismo tiempo hacer un seguimiento cuidadoso de ellas. Esto requerirá que los Estados destinen suficiente tiempo, esfuerzo y recursos para garantizar un cambio tangible en sus propios países. Es aquí donde las diferentes organizaciones de derechos humanos y organismos intergubernamentales que velan por los derechos de la mujer, como la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), juegan un papel importante en el cumplimiento del 5to objetivo para que la lucha por la igualdad de género no se quede solamente en el papel.
Los Objetivos de desarrollo Sostenible están disponibles en: http://www.undp.org/content/undp/es/home/mdgoverview/post-2015-development-agenda/goal-5.html
[1] La mutilación genital femenina es un fenómeno que no solo existe en África, sino también en Gran Bretaña y otros lugares de Europa, en Estados Unidos y otros sitios del continente americano, en Asia, Medio Oriente y otras partes del mundo.
[2] Visión general de la implementación: Convención de Belém do Para, Objetivos de Desarrollo del Milenio, Agenda Post 2015 y Plataforma de Acción Beijing +20. México, 2014.
[3] ONU. Las mujeres y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Disponible en: http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/women-and-the-sdgs
[4] ONU. Las mujeres y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Objetivo 10. Disponible en: http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/women-and-the-sdgs/sdg-10-reduced-inequalities
[5] ONU Mujeres. Monitoring Gender Equality And The Empowerment Of Women And Girls In The 2030 Agenda For Sustainable Development: Opportunities And Challenges. Nueva York. 2015.
[6] Visión general de la implementación(…) Op. Cit.