El Derecho a la Comunicación Promotora de la Igualdad / The Right to Gender Transformative Communication

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Fotografía: cortesía de CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú

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Los medios tienen un importante rol social que cumplir en la promoción de los derechos de las mujeres, y de las identidades femeninas y feminizadas, y en presentarlas de forma respetuosa, amplia y variada, en todos los niveles jerárquicos y de responsabilidad, eliminando los estereotipos sexistas, descalificadores e invisibilizadores de su protagonismo y liderazgo en todos los espacios de toma de decisiones. Tienen además una obligación de tratar con respeto y con la debida seriedad las violaciones de los derechos de las mujeres – en particular la violencia contra las mujeres y el femicidio – y de no minimizar, trivializar o sensacionalizarlas. Finalmente, tienen un deber de incorporar a más mujeres en todos los niveles de los medios y de las empresas de comunicación – donde actualmente representan poco más de 20% de los puestos directivos.

Hoy día, nos enfrentamos todavía con una serie de barreras para lograr una comunicación transformadora:

  • Las mujeres todavía tienen poca posibilidad de incidencia en el contenido mediático – incluyendo cuales noticias de publican y como se tratan temas específicos – particularmente los temas relacionados con los derechos de las mujeres y la igualdad de género;
  • Las carreras de periodismo, comunicación y otras materias relevantes no incluyen formación de género o el tratamiento periodístico de temas como la violencia contra las mujeres;
  • En general, y pese a los compromisos adoptado por los países en la Convención de Belem do Para y otros instrumentos, no existen lineamientos ni presupuestos para guiar la cobertura mediática de la violencia contra las mujeres o para el uso de los medios de comunicación como herramienta en la lucha contra esta problemática; y
  • El género rara vez se contempla en los códigos de conducta, las directrices y los reglamentos que se aplican a la comunicación – sea el periodismo o la publicidad;
  • En la mayoría de países, la comunicación desde un enfoque de género no se monitorea ni se evalúa de una manera sistemática, lo que obstaculiza nuestra capacidad de diseñar políticas públicas y lineamientos apropiados a futuro.

Practicar la comunicación promotora de la igualdad de género es ampliar nuestra visión y contribuir a una comunicación más democrática. Implica visibilizar la realidad y deconstruir los discursos mediáticos que refuerzan la subordinación, explotación y discriminación de las mujeres y de aquellas personas discriminadas por su identidad de género y orientación sexual.

Hace 20 años, mediante la Declaración y Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, los Gobiernos se comprometieron a establecer medidas de acción para fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de las mujeres y abstenerse de presentar a la mujer como un ser inferior y de explotarla como objeto sexual y bien de consumo.

La comunicación promotora de la igualdad de género es una de las piedras angulares del mundo que queremos crear con nuestra creatividad y desde nuestra visión de derechos humanos y de justicia. Para lograr la igualdad de género, objetivo número cinco de la nueva Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, necesitamos fortalecer y replicar prácticas e iniciativas de comunicación inclusivas, como las que se están implementando en la región, que están contribuyendo a democratizar la comunicación y hacer de ésta un derecho.

Extraído de las Palabras de Apertura del Secretario General Adjunto de la OEA, Nestor Mendez, en el Diálogo de la CIM: El Derecho a la Comunicación Promotora de la Igualdad de Género y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, realizado el 2 de noviembre en el Salón de las Américas, OEA

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 The Right to Gender Transformative Communication

Media has an important social role to play in the promotion of women’s rights, feminine and feminized identities, and in portraying women in a respectful, broad and varied manner, presenting them at all levels of hierarchy and responsibility, eliminating sexist stereotypes that disqualify or hide their leadership in all decision-making spaces. Media has the obligation to address women’s rights violations in a respectful and serious manner- in particular violence against women and femicide- and not to undermine, trivialize or sensationalized these cases. Furthermore, media must incorporate women at all levels in media and communication organizations and agencies- women currently occupy barely over 20% of decision-making positions.

Today we still face significant barriers to a gender transformative communication:

  • Women are unlikely to be allowed to determine the news content- including which news should be published and how specific topics should be addressed- in particular, topics related to women’s rights and gender equality
  • Careers in journalism, communication and other relevant subjects do not include gender training or media treatment of issues such as violence against women;
  • In general, despite the commitments adopted by the States Parties to the Belem do Para Convention and other instruments, there are no clear guidelines and budget allocations to guide media coverage on violence against women or to use media as a tool in the fight against this problem and;
  • Gender is rarely contemplated in communication codes of conduct, guidelines and rules–journalism and advertising;
  • In most countries, communication from a gender approach is neither monitored nor assessed in a systematic way, this undermines the ability to design public policies and proper guidelines.

Practicing communication that promotes gender equality broadens our views and contributes to a more democratic communication. It implies visualizing reality and deconstructing media speech that exacerbate subordination, exploitation and discrimination against women and those people discriminated against their gender identity and sexual orientation.

Twenty years ago, through the Fourth World Conference on Woman Declaration and Platform of Action celebrated in Beijing in 1995, Governments committed to adopt measures to foster a balanced, non-stereotyped image of women and to refrain from presenting women as inferior beings and exploiting them as sexual objects.

Communication that promotes gender equality is one of the world’s cornerstones. We want to build this cornerstone with our creativity from a human rights and justice perspective. To achieve equality, goal number 5 of the new 2030 Sustainable Development Agenda, we need to strengthen and replicate inclusive communication practices and initiatives- like those that are being implemented in the region, which are contributing to democratize communication and turn it into a right.

Extracted from the Opening remarks by OAS Assistant Secretary General, Nestor Mendez at the CIM Dialogue: The Right to Gender Transformative Communication and the 2030 Sustainable Development Agenda, November 2nd, OAS Hall of the Americas, Washington, D.C.

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