Juana Del Carmen Herrera Araúz, profesional en medicina y Dra. en Ciencias Clínicas con especialización en Adicciones, es presidenta de la CIM desde el 19 de julio de 2023. Con la creación del Ministerio de la Mujer en Panamá (8 de marzo de 2023), relevó en el cargo a María Inés Castillo, Ministra de Desarrollo Social.
Hablamos con ella sobre su trayectoria, su visión de futuro y la perspectiva que quiere aportar a las Américas desde este nuevo lugar de liderazgo.
¿Cómo llegaste a ser la primera Ministra de la Mujer de Panamá?
Esto es bien interesante. Yo soy médica psiquiatra, he sido Jefa Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud (MINSA) y dirigí el Hospital de Salud Mental. Pero desde la adolescencia estuve en movimientos asociativos, el movimiento estudiantil y juvenil, finalmente, a los 15 años entré al movimiento femenino, esto ocurre cerca de 1973.
Cuando ingresé, como estudiante de secundario, al movimiento femenino, comenzamos a participar de diferentes formas, buscábamos casas para crear “círculos infantiles”, espacios para que las mamás pudieran dejar sus hijos a nuestro cuidado mientras salían a trabajar. Siempre había una persona adulta con nosotras y hacíamos turnos en jornada contraria a la que estudiábamos.
Esto fue creando un nivel de conciencia hacia las necesidades que tenían las mujeres; trabajamos varios años más y cuando se estableció el Día Internacional de la Mujer, salimos a las calles. En Panamá había dos organizaciones: la Federación Nacional de Mujeres Democráticas (FENAMUDE) y la Unión Nacional de Mujeres de Panamá (UNAMUP); todas salimos a la calle a reivindicar los derechos de las mujeres y aunque nos gritaban de todo, seguía creciendo el nivel de conciencia entre nosotras.
Como les pasa a todas las mujeres, que van a la universidad y comienzan a trabajar, a la par del trabajo profesional yo seguía con el movimiento asociativo.
Fui presidenta de la Asociación Nacional Contra el Cáncer (ANCEC) para ayudar a las mujeres con cáncer de mama y de cuello uterino. Participé en una ONG de mujeres de partidos políticos y continué con el tema de empoderamiento de las mujeres.
En el 2019, estando de presidenta del Foro de Mujeres de Partidos Políticos (FONAMUPP), firmamos un pacto con todos los candidatos a presidentes de la República en el que se comprometían a una serie de avances para nosotras, entre ellos el Ministerio de la Mujer. En ese momento ni siquiera imaginaba que yo iba a ser la primera ministra de esta cartera.
Mi llegada al Ministerio de la Mujer no habría sido posible sin el legado de mujeres como Clara González, primera abogada del país, o del partido feminista de Panamá fundando en 1946 que defendió el derecho al voto para las mujeres. Un movimiento histórico de mujeres es el que ha hecho posible que hoy el Ministerio de la Mujer sea una realidad.
Un nuevo Ministerio supone la creación de agendas complejas, pero ¿cuál es el tema que se ha priorizado por Panamá para la igualdad de género?
Aunque la ley que creó el Ministerio de la Mujer fue sancionada recientemente, hay discusiones que han avanzado desde hace mucho tiempo.
Quisiera mencionar principalmente lo relacionado al avance de los derechos políticos de las mujeres, sin ir muy lejos en la pandemia se aprobó la Ley de Violencia Política, pues una de las mayores problemáticas de las mujeres que participan en política en Panamá es que no había instancias, ni protocolos a los que pudieran acudir cuando eran violentadas en su ejercicio.
Tanto la Ley que dio origen a este Ministerio, como la Ley de Violencia Política fueron apoyadas por las diputadas de la Asamblea Nacional, en un contexto de visible liderazgo de las mujeres. Actualmente, seis de los nueve magistrados principales de la Corte Suprema de
Justicia son mujeres y está presidida por una de ellas. También es la primera vez que tenemos tantas mujeres Ministras y Viceministras en el ejecutivo.
Todo esto es muy significativo para nosotras, que tenemos que pelear por presupuestos, por el avance de políticas públicas a favor de nuestros derechos.
¿Cómo contribuye la Comisión Interamericana de Mujeres al fortalecimiento de la agenda de políticas de género en la región?
Indiscutiblemente la CIM nos ha ayudado en el tema de políticas públicas para luchar contra la discriminación, también en la participación de la mujer y los asuntos políticos en general.
La CIM ha avanzado en defensa de los derechos de la mujer, no como un tema exclusivo del derecho a votar, sino como un derecho humano, como un derecho de justicia social y de democracia.
Así que, desde sus inicios, al impulsar el movimiento sufragista, la CIM ha jugado un rol que hay que seguir destacando y visibilizando.
¿Y cuál de estos temas que trabaja la CIM consideras los prioritarios para la región?
Yo creo que el empoderamiento en el tema político es fundamental. Si tenemos más mujeres en puestos de toma de decisión, mujeres empoderadas y comprometidas, habrá más políticas para todas las mujeres.
Otro aspecto fundamental es la autonomía física: nuestros cuerpos, nuestros derechos. Los abusos sexuales, la trata de personas, la violencia física y de cualquier tipo son temas urgentes. Finalmente, el empoderamiento económico de las mujeres es una necesidad común en toda la región.
¿Cuál es la importancia de los escenarios multilaterales y cuál es la herencia que está construyendo la CIM para futuras generaciones?
El multilateralismo es fundamental para las alianzas estratégicas, nos permite fortalecernos, sentirnos acompañadas como ciudadanas. Si cuando tú te sientes acompañada te sientes más fuerte, cuando hay organismos que te acompañan en el proceso de tener una voz a través de tus representantes, también ocurre. Los apoyos desde el exterior son necesarios para seguir avanzando.
La CIM surge por una necesidad del movimiento femenino y cuando aún no había organismos internacionales de este tipo, lograron crearla para apoyar a las mujeres. Las alianzas internacionales nos permiten avanzar unidas.

– El feminismo para ti es… Es un movimiento que aporta, que dice “no nos vamos a quedar aquí”, que rompe paradigmas sobre lo que nos han enseñado sobre lo que “debemos hacer” las mujeres.
Es un movimiento que rompe todas esas estructuras que nos han enseñado desde pequeñas y nos hacen daño en lo cultural, en lo político, en lo económico y en el desarrollo.
Feminista es una mujer líder, que no acepta un no como respuesta; una mujer que mira hacia adelante, que sobrepasa sus miedos; y, sobre todo, una mujer que piensa en ella, pero también piensa en el bien colectivo.
– Una mujer que te inspire…Tengo dos. Mi primer referente es la panameña Clara González, que en 1923 rompió todos los esquemas y aportó muchas cosas al país. No solo fue la primera panameña que participó en la CIM, sino que fue la primera abogada de Panamá y la primera Doctora en derecho de América Latina.
También reconozco como una mujer muy valiosa a mi madre. Una mujer de extracto humilde, que nos inculcó a mis hermanos y a mí en el estudio y eso nos deja como legado. También nos enseñó que uno debe garantizar lo que firma con su nombre, cumplir su palabra.
Mi mamá tiene 86 años y siempre le digo que ella es como miles de mujeres heroínas en Panamá; que son humildes, de barrios populares, que logran sacar a sus hijos adelante con sabiduría popular. ¿Cómo no admirar a una mujer que siendo humilde y no teniendo recursos logró inculcarnos la educación y el amor al prójimo?
– Un libro que todas las personas deben leer… Buscar libros de autoayuda siempre es importante. Para poder ayudar a los demás tengo que empezar por mí; queriéndome, respetándome, amándome, cultivándome y poniéndome en el centro. Como psiquiatra, conozco la importancia de aumentar nuestra autoestima.
También hay libros que les enseñan a los hombres a ser efectivos, a liderar, a ser exitosos; nosotras tenemos que leer esos libros. Tenemos el talento, el conocimiento, la preparación académica, a veces solo nos hace falta la perspectiva de negociación que les inculcan a ellos.
– Desde tu experiencia, un consejo que darías a las generaciones jóvenes activistas para continuar en la senda de la igualdad.
Primero, debo felicitar a las jóvenes que están hoy en el activismo. Tienen muchas herramientas, muchos elementos para seguir adelante. Ustedes se han atrevido, han visto las oportunidades y las han sabido aprovechar; se han arriesgado.
También les diría que no debemos poner las diferencias de edad como un obstáculo. Al contrario, las que tenemos más atardeceres acumulados podemos compartir con esta juventud. Es importante intercambiar nuestra experiencia con ese conocimiento e ímpetu que tienen las jóvenes.