Cifras que motivan: Cambio de Paradigma en Ámbitos no Tradicionales para las Mujeres

Autoras:

Ing. Sofía Fallas Barquero

Ing. Fernando Quirós Solano

En la región Centroamericana existen brechas importantes en cuanto a la inserción laboral de las mujeres en sectores no tradicionales como es el caso de la construcción y la agricultura. Costa Rica como parte de este patrón retador, presenta una situación similar al resto de la región, ya que, del total de la tasa de ocupación, un 37.4 % de la fuerza laboral son mujeres (INEC, 2023).

Si se desagregan más los datos sobre la participación en sectores que suelen ser ocupados por hombres, se encuentran aún más disparidades, por ejemplo, las mujeres representan solamente el 0.7% de los trabajadores del sector construcción en el país (CEPAL, 2021).

Muchas de las oportunidades laborales para las mujeres se centran en las ramas más feminizadas tales como trabajo doméstico, enseñanza, hostelería, salud y cuido, que no son necesariamente bien remuneradas, ni tampoco les brinda facilidades requeridas para una correcta relación entre el trabajo y sus responsabilidades familiares. En las zonas rurales de Costa Rica la oferta de empleo suele ser más limitada, principalmente en los sectores en el que las mujeres se desenvuelven, reduciendo así las opciones laborales cerca de sus hogares y obligándolas a tener que salir de su comunidad para poder trabajar, lo que les implica largas horas de viaje y sin posibilidad de tener el balance de trabajo y vida requerido, por lo que optan por no trabajar y no tener ese ingreso económico para una mejor calidad de vida para su familia.

En los últimos años el Banco Interamericano de desarrollo ha venido apoyando al Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) de Costa Rica para el desarrollo de un proyecto que busca llevar nuevas oportunidades labores a las zonas rurales del país y que al mismo tiempo sea una propuesta innovadora para atender las necesidades de accesibilidad a estas zonas por medio de caminos en condiciones óptimas para su transitabilidad, de forma que los productores puedan sacar sus productos a la venta con menores costos y reduciendo perdidas, y que los pobladores pueden realizar sus viajes para atender sus necesidades básicas de alimentación, estudio y salud de una forma más sencilla.

¿Cuál es la relación de este proyecto con las oportunidades laborales para las mujeres?, el proyecto consiste en la creación de Microempresas de Mantenimiento Vial por estándares comunitarios (MMEC) para la atención de las vías de comunidades rurales. Las microempresas son administradas por las Asociaciones de Desarrollo Integral (ADI) de la zona y recluta a las personas de la comunidad para desarrollar los trabajos requeridos. Lo interesante de este proceso es que la microempresa ofrece diferentes puestos de trabajo, trabajo administrativo y trabajo de campo, así como horarios cómodos y el lugar de trabajo se da en la misma comunidad. Estos factores antes mencionados resuelven dificultades importantes para que las mujeres tengan interés por este trabajo, tales como, el tener la oportunidad de optar por un trabajo en la misma zona en la que residen, la variedad de puestos disponibles según capacidades y habilidades y un horario que les permita tener un balance entre su vida y el trabajo.

Sin embargo, existe un reto importante, pues las labores a desarrollar no son las que las mujeres acostumbran, ya que se deben enfrentar a un contexto y un tipo de actividades laborales tradicionalmente asignadas a los hombres, como manejar cuchillos para poda de árboles o motogüadañas para corta de maleza, palas para limpiar cunetas y alcantarillas, entre otros. Además, deben trabajar en cuadrillas con hombres o desplazarse en motocicletas con éstos para llegar a los sitios de trabajo. También las labores administrativas son desafiantes, pues se debe tener la capacidad para administrar estos emprendimientos, donde se maneja un flujo de caja mensual significativo, se deben atender asuntos de planillas, pólizas, salarios, adquisición de materiales, entre otros.

El proyecto ha realizado un esfuerzo bastante grande por desarrollar procesos innovadores de generación de capacidades por medio de coaching empresarial y capacitación en uso de herramientas para obtener resultados en el tiempo requerido. Se trabaja en propuestas de impacto inmediato que motive la comprensión y asimilación del modelo por parte de los miembros de las ADI, que realizan trabajo voluntario y han tenido un desarrollo organizativo de bajo impacto y con muchas limitaciones. 

Así mismo, se procura optar por herramientas de trabajo que permitan que las mujeres se adecuen más fácilmente a su uso y se buscó la concientización de las cuadrillas para estimular el respeto en la convivencia diaria y el poder hablar con transparencia sobre las diferentes situaciones cada vez que se presentaran dificultades para las mujeres, logrando así, que las relaciones entre las cuadrillas hayan mejorado significativamente, así como la aceptación y consideración por parte de la comunidad.

Con el proyecto se apoyan a 20 Microempresas para el mantenimiento de más de 920 kilómetros de vías públicas, calles y caminos, por un período de 3 años, iniciando en el 2021; 12 de estas son lideradas por mujeres. Según los registros de la Unidad Ejecutora y de Coordinación del Programa Red Vial Cantonal II (UEC-PRVC-II) en junio de 2023 se finalizó con una participación femenina del 33,3% (81 mujeres, de 243 personas trabajadoras), superando ampliamente la meta establecida a inicios del programa del 20%, y teniendo como antecedente un 7% para el plan piloto desarrollado en 2015.

Estos datos son bastante alentadores, especialmente cuando se comparan con los resultados de proyectos similares en otros países, como es el caso Perú, donde la participación laboral femenina en programas de caminos rurales llego a ser 23% al cierre del proyecto en el 2020 (Capristán, 2020).                         

En trabajos de administración la participación femenina duplica a la masculina, mientras que la participación masculina sigue siendo mayor a la participación de mujeres en campo. Para garantizar la sostenibilidad de esta participación y propiciar su crecimiento, se está trabajando junto con el Instituto Nacional de la Mujer en Costa Rica (INAMU) para elaborar una propuesta de desarrollo de capacidades para empoderar a las mujeres y a los hombres en la relación laboral.

Pero que beneficios le ha traído a estas mujeres la oportunidad laboral que las Microempresas les han brindado, Doña Aracelly Olivas, trabajadora de la Microempresa de Parrita quien es de origen indígena y responsable de sus 5 hijos menores de edad, nos cuenta que trabajar en la MMEC le ha permitido llevar sustento y oportunidad de estudio a sus hijos, al contar semanalmente un salario fijo “antes no era así, cuando no tenía este trabajo pasé muchas necesidades, hasta buscar en la basura para que mis hijos no se durmieran con hambre, aun así, muchas veces se fueron a la escuela o el colegio sin desayunar. Ahora estoy muy feliz, aprendí a usar la motogüadaña y ese es mi trabajo favorito, no la suelto para nada. Me siento respetada y ahora mi familia y yo tenemos una vida digna, porque vivimos con el fruto de mi trabajo”. 

Las mujeres se benefician de laborar en las MMEC por la participación activa en todas las labores bajo contrato, en especial en aquellas donde sus habilidades y destrezas aporten ventajas comparativas, la oportunidad de tener trabajo fijo, salario competitivo y garantías sociales, lo que les aporta mayor solidez en su autovaloración y desempeño. Además, su rol es vital para la innovación y el uso de tecnologías de avanzada para mayor producción y costo-efectividad de los servicios y la multifuncionalidad de la mujer conlleva a un aumento en la productividad de la microempresa.

Este proyecto es una iniciativa que busca demostrar como la incorporación laboral femenina en todos los sectores genera cambios importantes, no solo en el paradigma social de que existen actividades que tradicionalmente son ejecutadas por hombres aunque no haya ningún impedimento físico para ser realizadas por mujeres, sino que también se presenta como una alternativa de progreso económico como apoyo a las zonas con menores índices de desarrollo socioeconómico y niveles de empleabilidad del país. 

Referencias Bibliográficas: 

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Beatriz Piñeres es la especialista en la Comisión Interamericana de Mujeres CIM/OEA que lidera el área de empoderamiento económico, transversalización de género e integración de la perspectiva de género y derechos humanos de las mujeres al interior de la OEA.